Han pasado casi 3 meses de mi viaje a India, y aunque todo lo he percibido más rápido India continua mostrándome constantemente sus enseñanzas.
Para muchos India significa un país que no tiene nada que ofrecer, pobre, sin desarrollo o estructura, y quizás algo perdido en el tiempo, sin embargo para otros es justamente eso lo que atrae, ese misterio, esa calidez y al mismo tiempo ese respeto por las costumbres.
La aventura comenzó en Septiembre 22 del 2014, tome un vuelo desde Guayaquil a Panama y desde Panama a Nueva Delhi. Podría entrar en un sin numero de detalles sobre lo vivido en ese ínterin de Guayaquil a Panama sin embargo esa seria olvidar una de las lecciones que aprendi en India.
Salir de la Historia; esa fue la primera de muchas enseñanzas que India me revelo, y es que comúnmente estamos acostumbrados a estar sumergidos en "nuestra historia" en ver lo que las personas "me" hacen, dicen de mi o hasta como "me" miran. Aunque en el Coaching y en los estudios filosóficos del Tantra se contempla esta enseñanza, no la pude comprender totalmente hasta no vivirla allá al otro lado del océano.
En una ciudad tan caótica como Delhi, donde no solo existen muchos habitantes, sino que ademas compartes la calle con autos, buses, rickshaws, bicicletas, auto-rickshaws, tuk-tuks, elefantes, caballos, vacas y perros. Donde no existen los semáforos o si existen no les hacen caso, te das cuenta que "tu historia" no sirve de nada, lo único que sirve es estar presente (segunda lección) completamente presente de manera que no te pierdes de nada de lo que sucede porque las consecuencias pueden ser fatales.
Y aunque de vez en cuando regresa a la historia (fijarme afuera y no adentro, ver que hacen los demás y dejar que mi ser pase a un segundo plano) India sutilmente me recordaba que estaba volviendo a ese espiral mental que no conduce a nada, ya sea de forma sutil, a través de personas, niños, señoras, señores, que sonreían alegremente deseándote un buen día, compartiendo Chai Tea conmigo o simplemente sentados mirando un atardecer sin decir una palabra, y a veces de forma muy fuerte como observar el ritual de los muertos, el ritual que realizan los musulmanes al momento de sacrificar sus animales para alimentarse, o sentir miradas profundas, tan profundas que perturban.
Si India me recordaba como salir de mi historia y disfrutar el presente, India me recordaba como apreciar la belleza en esos lugares donde me sentia incomodo, como admirar el perfecto en el constante caos. Fue India quien me permitió sanar heridas en mi corazón, fue India quien me permitió reconocer lo bendecido que soy, y fue India quien me recordó que nuestra verdadera esencia es la felicidad y que ella no necesita de nada solo es cuestión de apreciarla momento a momento.
El hecho de que hoy pueda escribir esto y compartirlo es porque después de un largo periodo de contemplación, un largo periodo de revelación, y un largo periodo de maceración lo puedo manifestar.
India es un viaje de transformación, quizás no es para todo el mundo sin embargo todo el que visita India regresa transformado de una u otra forma.
Quizás lo mas importante que me recordó India fue como escojo vivir esta única vida! pueden existir muchísimas respuestas a esta constante pregunta, hoy escojo vivirlo desde el amor y desde el agradecimiento.
Que las enseñanzas continúen revelandose momento a momento, situación a situación, de persona a persona.
Gi!
Om Namah Shivaya
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